Los viajes son un inquebrantable mecanismo promotor del (1) cultural, cuyo carácter no es únicamente intelectual. Por ejemplo, los viajes de Marco Polo enriquecieron la (2) de los italianos con los espaghettis e, inclusive, alteraron la economía de ese país. Los viajes de Cristóbal Colón pusieron el inicio de la Época Moderna y durante siglos las naciones europeas intercambiaban con las colonias sus culturas y elementos (3) de ellas.
      En los últimos 20-30 años las nuevas tecnologías han acabado con el (4) y el provincialismo en escala mundial. Las nuevas comunicaciones nos mantienen en (5) contacto con pueblos de países distintos. Un (6) de siglo atrás tal nivel de comunicación se podía lograr únicamente viajando. Independientemente de sus motivos y condiciones, los viajes cumplían la difícil tarea de (7) la frecuente confusión que no reconocía que existían muchos mundos diferentes y de una forma espontánea investigaba el modo de (8) vistos e interpretados por los demás. En este sentido no sería erróneo (9) que los viajes, siendo el más antiguo y fidedigno medio de comunicación, son el (10) del desarrollo de nuestra civilización.