COMPRENSIÓN DE LECTURA

A continuación, encontrarás un texto y tres preguntas sobre él. Marca la opción correcta.

LA DIFÍCIL TAREA DE HACER CUMPLIDOS

      «Un cumplido es como un beso dado a través de un velo». Muchas personas están de acuerdo con esta opinión de Víctor Hugo porque a casi todos nos gusta recibir un cumplido. Una frase amable sobre algún aspecto de nuestra personalidad nos permite saber que somos apreciados y mejora el concepto que tenemos de nosotros mismos.
      Sin embargo, hacemos pocos cumplidos y esto no es algo que les ocurra sólo a las personas introvertidas. Por diversas razones, tales como la timidez, la torpeza o el descuido, desaprovechamos las ocasiones que se nos presentan para agradar a los demás. En el entorno cercano - con nuestra pareja, amigos o familiares - consideramos que los cumplidos son innecesarios «porque ellos ya saben» cuánto los apreciamos. Las razones que nos hacen no elogiar a los más lejanos o los desconocidos son diferentes; entre ellas destacan la preocupación por evitar malentendidos, la posibilidad de que nos tomen por aduladores o falsos, el temor a caer en el ridículo, etc.
      Todavía más difícil que hacer cumplidos es aceptar los que recibimos de los demás. Algunas veces, el receptor se encuentra confuso sobre cómo aceptar el cumplido sin parecer engreído. Otros, como yo, perciben el cumplido como anticipación de un reproche. El receptor reacciona negativamente si cree que el cumplido no es sincero o que le obliga a hacer algo que no quiere hacer. Incluso cuando el cumplido realmente es sincero, hay muchas personas que no saben cómo reaccionar. Cuando se les dedica una frase amable, se sienten incómodas o se ponen a la defensiva. Tampoco se aprecia el cumplido cuando procede de alguien que no tiene gusto.
      Con todo el cumplido es una forma de conducta que tiene poderosos y positivos efectos sobre la vida personal y profesional. Si usted quiere practicar esta importante forma de comunicación, no olvide estas elementales reglas: evite usar adjetivos poco originales como «bueno» o «bonito» y piense en las cualidades de su interlocutor antes de hablar. ¡Dirigir un cumplido sin pensar es como disparar sin apuntar!
      No abuse de los cumplidos porque su credibilidad va a depender de la frecuencia de su uso.